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Hay tantos tipos de quesos como vinos, y no podemos decir cuál tiene más variedades. Cada vino y cada queso tiene una personalidad diferente, influenciada por su procedencia.

El queso se puede hacer con diferentes tipos de leche y se puede procesar de muchas maneras diferentes para obtener el producto final. Según la curación del queso, puede ser fresco, tierno, semicurado o añejo, al igual que se añeja el vino.

La mezcla de estos dos productos crea una combinación apetecible que es difícil de superar.

El secreto de un buen maridaje

la armonía es clave
Un coupage entre vino y queso no tiene garantías de éxito porque cada producto es complejo y tiene propiedades muy diferentes, y para conseguir un buen maridaje hay que tener muy en cuenta las propiedades del queso y el vino que queremos combinar. .

Para el mejor maridaje, debemos apreciar el equilibrio de la mezcla en su conjunto, de manera que el queso y el vino se complementen, potenciando los sabores de cada uno y el del otro.

Se debe tener cuidado para evitar que uno opaque al otro. El producto debe tener personalidad propia y sabores intensos similares al vino que se cata.

Por ejemplo, para encontrar un maridaje armonioso, podemos combinar un vino blanco, rosado o tinto joven y afrutado con un queso fresco, cremoso y ligero.

Cuanto más maduro sea el queso, o más intensos los sabores, más recomendables son los vinos de mayor crianza y con más cuerpo y estructura.

conexión a tierra
El origen del vino y el queso puede ser otra buena opción a la hora de considerar maridajes.

La uva para el vino, la hierba para el ganado y la leche para el queso son muy características de su lugar de origen. Además, el producto final también depende del gusto local del productor. Un ejemplo es «La calma amb herbes», un queso de leche cruda elaborado por un rebaño de cabras alpinas en el Parque Natural del Montseny. El queso de pastor artesanal combina a la perfección con un vino blanco seco y afrutado.

Por eso, los vinos y quesos de la misma región u origen presentan características similares y pueden complementarse tan bien.

densidad y acidez
El queso tiene un alto contenido de grasa y dependiendo del contenido de grasa y el proceso de elaboración, obtendrás un queso más o menos cremoso, mantecoso y espeso.

Para compensar esta densidad, el queso se puede mezclar con vinos muy ácidos, como los vinos blancos elaborados con uvas verdes.

uno a uno
Muchas personas disfrutan de probar diferentes tipos de queso como aperitivo o como entrada para el almuerzo y la cena. Pero, como ya hemos comentado, cada queso tiene sus cualidades, y al catar tres o cuatro tipos distintos, maridarlo con un vino que les sirva a todos se convierte en una tarea muy complicada.

Lo ideal es maridar cada queso con un vino, o elegir tipos de queso con características similares para que todos maridan bien con un mismo tipo de vino.

Estos son solo algunos consejos para maridar vino con queso, pero cada uno es libre de elegir el tipo de vino que quiere y la variedad de queso que le gusta. Todo está bien mientras estés contento con el sabor de la experiencia.

Fuente: https://www.blogdevino.net/consejos-para-el-mejor-maridaje-de-vino-y-queso/