• Temperatura correcta de los vinos tintos

    No todos los vinos tintos son iguales. Y la temperatura tampoco debería serlo. De forma muy general, existe consenso en afirmar que esta debería ser mayor en tintos que en blancos, y que debería aumentar a medida que aumenta el tiempo de envejecimiento, ya que esto potenciará sus cualidades.

    Tintos jóvenes: son los que se sirven a menor temperatura, ya que tienen menos carga de taninos y más acidez. En principio, lo ideal sería entre 12ºC y 15ºC. Para hacerlo bien, busque en la etiqueta la indicación del fabricante.

    Vino tinto crianza en barrica: subimos un par de grados la temperatura (entre 14 y 17 ºC), ya que estamos hablando de vinos en los que la crianza en barrica tiene acidez y taninos reducidos.

    Tintos con estancia prolongada en barrica: tras más de 12 meses en barrica (algunos incluso superan los 36 meses), estos vinos admiten temperaturas superiores, de 16 a 18 ºC, que permiten apreciar su contenido en taninos.

    Fuente: https://www.elconfidencial.com/consumo/2020-12-03/servir-vino-temperatura-correcta-bra_2854880/

  • ¿Por qué el vino blanco se debe bebe más frío que el tinto?

    En general, el vino blanco se consume más frío que el tinto, la razón de esto se encuentra en el pasado. En el pasado el vino permanecía frío de forma natural en los sótanos de las casas y posteriormente se sacaba para su consumo, pero para ello tenía que permanecer en el comedor por su temperamento y disfrutar de su aroma, ya que si hacía demasiado frío no sería yo lo agradecería de la misma manera.

    Por lo tanto, muchos vinos se sirven a temperatura ambiente. Por otro lado, el vino blanco suele servirse frío para paliar la excesiva acidez, aunque a temperatura ambiente en este tipo de vinos también revela sus aromas y sabores con más intensidad.

    Fuente: https://www.elespanol.com/como/curiosidades-mas-sorprendentes-vino-tinto-blanco-historia-bodegas/561695271_0.amp.html

  • Fase gustativa (cata vino)

    Ataque.

    De esta manera se conoce a la primera impresión que percibimos en boca. Es entonces cuando vemos cómo se equilibran en la lengua los cuatro sabores: dulce, salado, ácido y amargo.

    En general, sabemos que la edad hace que cambie notablemente el sabor en los vinos blancos: los más jóvenes tienden a cítricos ácidos, mientras que los envejecidos nos evocan la dulce fruta madura. En cuanto a los tintos, los jóvenes nos recuerdan a los frutos rojos, mientras que los añejos han evolucionado a sabores minerales y especiados.

    Textura.

    Sí, el tacto también interviene en la cata de un vino. Si nos fijamos, su textura nos hablará de las sensaciones táctiles: ¿Es suave o es áspero? ¿Es aterciopelado o astringente?

    El cuerpo nos habla de la sensación que percibimos en la lengua en cuanto a la intensidad del sabor, el grado de alcohol… Y la astringencia, producida por el contenido de taninos del vino que estemos catando, nos transmite una sensación de aspereza, de sequedad en la boca.

    Fuente: https://www.elconfidencial.com/consumo/2020-11-27/cata-vino-blanco-tinto-bra_2847335/

  • Cocinar con vinos

    A la hora de cocinar se pueden sustituir perfectamente los vinos por algunas especias, pero no todos los vinos sirven, ni gustan de la misma manera.

    Los mejores vinos para cocinar no son los baratos típicos, para cocinar, los mejores vinos son los que beberías. Los vinos baratos suelen ser de baja calidad y sabor, al contrario que los mejores vinos, que son los que le van a dar el sabor y el gusto.

    • El vino blanco se utiliza para la carne roja
    • El vino blanco se utiliza para el pescado, ave, conejo, cerdo…
    • Los vinos dulces se utilizan para guisos de carnes o salsas
    • Tanto los vinos rosados como los blancos secos se utilizan en ensaladas

    Fuente: https://www.eldiario.es/consumoclaro/beber/vino-maridaje-comida-banco-tinto_1_2555404.html , https://www.recetaslamasia.es/cocinar-con-vino/

  • Fase olfativa (cata vino)

    A medida que nos vamos acercando al mundo de la enología, ir conociendo sus detalles y peculiaridades pueden ir haciéndonos encontrar nuevos matices sensoriales con los que hacer la experiencia aún más completa.

    Por eso en la cata del vino se considera esencial ‘meter la nariz’. La nariz es la suma de los diferentes olores de un vino y variará, tanto en intensidad como en calidad, dependiendo del origen del vino, de la variedad de la uva, de la edad, la crianza… La nariz, a su vez, se diferencia en aroma y buqué.

    Aroma. Huele el vino antes de moverlo o agitarlo. Así podrás identificar los aromas primarios, aquellos que son propios de la uva. Agita la copa para que, en contacto con el oxígeno, surjan los aromas secundarios del vino. Estos aromas ya no proceden de la uva, sino de su fermentación.

    Buqué. Si sigues agitando, puede que aparezcan aromas terciarios, propios de los vinos envejecidos en depósitos, barricas o botellas.

    El vocabulario con el que se describen los aromas es muy extenso: florales, vegetales, frutales, minerales, etc. 

    Fuente: https://www.elconfidencial.com/consumo/2020-11-27/cata-vino-blanco-tinto-bra_2847335/

  • Bebidas frías que puedes preparar con vino

    Si tu ingrediente favorito es el vino y crees que estás destinada a tomarlo siempre solo hoy venimos a enmendar tu error: también podrás elaborar cócteles y bebidas frías con este delicioso mangar. A continuación, te mostramos tres de estas bebidas y te explicamos cómo prepararlas paso a paso.

    Clericó

    El clericó es una bebida alcohólica frutal. Se elabora especialmente en los días del verano en el hemisferio sur, cercanos a las fiestas de fin de año en su lado del mundo. Si quieres elaborarla lo tendrás muy fácil, vas a necesitar 1 botella de vino tinto, 2 manzanas, 2 peras, ½ melón, 10 uvas verdes, 2 tazas de zumo de manzana, 1 taza de agua mineral y hielo, ¡todo accesible!

    Blanco de Verano

    Para elaborar esta bebida necesitarás 1 botella de vino blanco seco, 600 mililitros de refresco de limón, 1 carambolo rebanado y hielo. En primer lugar tendrás que mezclar el vino blanco con el hielo y el refresco de limón. Añade los hielos al gusto a esta mezcla, decora con el carambolo y sirve. En el sur también se elabora una versión parecida, el famoso rebujito, así que siempre podrás escoger la variante que más te guste.

    Sangría Rosada

    Para preparar tu deliciosa Sangría Rosada tendrás que verter en una jarra el vino rosado y agregar las frutas que hemos mencionado. Después hay que dejarlo macerar por 10 minutos, añadir los hielos y el agua mineral. Se termina con hojitas de menta y se sirve. Cuando le hayas pillado el truco podrás modificar un poco la receta y añadir las frutas que más te gusten ¡que vuele tu imaginación!

    Fuente: https://www.cotilleo.es/cinco-bebidas-frias-puedes-preparar-vino/

  • Tipos de barricas de vino

    Roble francés

    Este material es más blando que el roble americano, la oxigenación del vino es más lenta, por eso, proporciona sabores suaves y delicados. El crecimiento del árbol interviene sobremanera en la calidad de la madera, si el desarrollo es más pausado, el grano es más fino y por lo tanto mejor.

    Roble americano

    La madera es más resistente, dura y permeable, lo que se traduce en toques mucho más potentes, que se consiguen de una manera mucho más rápida. Aporta aromas fuertes como el cacao o café, además suele transferir menos taninos.

    Roble español

    Tiene más semejanzas con su homónimo francés por la zona geográfica en la que se ubica. Suele ser el material elegido para vinos tintos, posee un gran potencial enológico pues proporciona matices avainillados y ahumados.

    Acacia

    Pueden distinguirse dos variedades dependiendo del grado de tostado que tenga la madera, si no está tostada se utilizará en vinos blancos debido a los toques frescos que transmite, si por el contrario está tostada parcialmente también puede destinarse a la conservación de vinos tintos.

    Cerezo

    Al igual que la madera de acacia, en el cerezo existen dos tipos de barricas, ambas sirven tanto para tintos como blancos, cuando dispone de un nivel de tostado medio aporta matices mucho más intensos a ciruelas o cerezas.

    Fuente: https://www.campusdelvino.com/blog/item/145-diferentes-tipos-de-barricas-de-vino

  • Si bebes vino tinto, tu microbiota es superior

    Un grupo de científicos del King’s College de Londres, ha descubierto otro efecto positivo del jugo fermentado de la uva: una mayor diversidad de nuestra microbiota. El microbiota, es el conjunto de bacterias beneficiosas que viven en nuestro intestino y que se encargan de llevar a cabo funciones provechosas que nuestro cuerpo

    Los investigadores del Departamento de Investigación de Gemelos y de Epidemiología Genética del King’s College investigaron los efectos del vino (tanto tinto como blanco) y los licores sobre el microbioma intestinal en un grupo de 916 gemelas británicas. Para su sorpresa, descubrieron que la microbiota de las que bebían vino tinto era muchísimo más diversa que la de aquellas que no lo ingerían. Este efecto no se observó en aquellas personas que bebían vino blanco, cerveza u otras bebidas espirituosas.

    Este estudio muestra que un consumo moderado de esta bebida se asocia a una mayor diversidad y a una mejor salud microbiana dentro de nuestro intestino, lo que en gran medida explica sus efectos beneficiosos«.

    Fuente: https://www.alimente.elconfidencial.com/bienestar/2020-08-09/vino-tinto-mejor-flora-intestinal-microbiota_2198379/

  • Tipos y formas de copas para vino

    La forma de la copa es un factor importante tanto como la temperatura de servicio del vino. 

    • Copa para vino espumante

    La forma habitual para servir este tipo de vino es de flauta. Es decir, es larga y estrecha, reteniendo la carbonización y capturando el sabor del vino.

    • Copa para vino blanco

    Una buena copa para servir vino blanco tiene un tazón en forma de “U” y es más recto que una copa de tinto. Esto provoca que se mantenga una temperatura fresca del vino.

    • Copa para vino tinto

    Las copas más habituales son altas con su tazón no tan grande. Está diseñado para vinos con más cuerpo. La altura permite que el vino vaya directamente a la parte posterior de la boca maximizando su sabor.

    Fuente: https://www.elmundo.es/blogs/elmundo/dragolandia/2018/11/09/un-libro-un-restaurante-un-vino.html