
Un estilo de vino con personalidad
El vino naranja, elaborado a partir de uvas blancas fermentadas con sus pieles, combina la frescura de los blancos con la estructura y tanicidad típica de los tintos. En Bodegas Navarrsotillo, este estilo biodinámico cobra vida con matices complejos, aromas de fruta madura, notas herbales y un ligero toque especiado. Su versatilidad en la mesa es tan amplia como sorprendente.
Platos que lo elevan
El secreto para maridar un vino naranja está en encontrar alimentos que equilibren su marcada estructura y su intensidad aromática. Aquí tienes algunas combinaciones ganadoras:
1. Curry tailandés con leche de coco
La cremosidad del coco y las especias aromáticas se funden con los taninos suaves del vino naranja, equilibrando el picante y resaltando la fruta.
2. Quesos azules
El contraste entre la potencia salina y picante del queso y la fruta madura del vino crea una experiencia intensa y armónica.
3. Ensaladas con frutos secos y cítricos
Las notas tostadas de las nueces y la acidez del cítrico se enlazan con la complejidad aromática del vino.
4. Pescados grasos como salmón o caballa
La estructura del vino limpia el paladar y realza la textura jugosa del pescado.
Consejos para un maridaje perfecto
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Sirve el vino ligeramente fresco, entre 10 °C y 12 °C, para resaltar su frescura sin ocultar su complejidad.
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Usa copas de vino blanco de boca ancha para favorecer la oxigenación y liberar aromas.
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Atrévete a incluirlo en menús de varias etapas: funciona bien desde el entrante hasta el plato principal.
Conclusión
El vino naranja no es solo una tendencia; es una oportunidad para explorar maridajes innovadores y ampliar tu experiencia gastronómica. Con un vino naranja de Bodegas Navarrsotillo, cada plato se transforma, ofreciendo una sinfonía de sabores que despiertan los sentidos.