Estos son los utensilios que ayudan a mejorar la experiencia con el vino:
- Los sacacorchos: Es lo más básico, puesto que sin él difícilmente podremos disfrutar del vino. Hay un montón de tipos de sacacorchos:
- Forma de T
- Dos pasos
- Láminas
- Forma de alas
- Forma de rosca
- Eléctrico
- Palanca
- Aire comprimido
- Enfriadores: Nos ayudan a conservar el vino a una temperatura más baja, consiguiendo que el vino alcance temperaturas ideales para su consumo. De hecho, para este fin, las cavas climatizadas son la mejor solución y un accesorio imprescindible para los amantes de la cultura del vino. Hay varios tipos de enfriaores y vinotecas:
- Enfriador acrílico
- De acero inoxidable
- Vinoteca: Hay vinotecas de mil y un estilo, desde las eléctricas, con sistema de condensador, ruidosas, pesadas, más eficaces, con distinta capacidad… Lo malo es que son caras y hay que tenerles un hueco reservado en casa.
- Los termómetros: La temperatura de servicio del vino es un factor importantísimo para poder saborear en todo su esplendor cada gota, cada sorbo. De ahí que los artilugios que permiten conocer esa información son muchos y muy diferentes:
- Convencionales
- Infrarrojos
- Anillos termómetros
- Los decantadores: El decantador es uno de los artilugios más deseados por los apasionados del vino. Permite que el vino se airee y evolucione fuera de la botella para expresar mucho mejor todas sus cualidades justo antes del servicio. Hay varios tipos de decantadores:
- Máxima oxigenación
- Mínima oxigenación
- Tapones y sistemas de conservación: Otros artilugios que triunfan cada vez más son los que nos permiten conservar el vino que no bebemos de una sentada. El abanico es muy amplio: desde tapones de diseño hasta bombas de vacío para cerrar de nuevo las botellas como si nunca se hubieran descorchado.