• La Influencia del Suelo en el Vino

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    En la apasionante travesía de la vinificación, cada paso cuenta, y uno de los elementos más fascinantes que contribuye al carácter distintivo de nuestros vinos en Navarsotillo es el suelo que nutre nuestras vides. Sumergirse en la tierra rica y diversa de nuestra región revela un mundo de influencias sutiles pero poderosas que dan forma a la esencia de cada copa que compartimos.

    La Danza de los Suelos Únicos

    En la diversidad de nuestros viñedos, descubrimos una danza única entre la tierra y las uvas. Cada tipo de suelo, ya sea arcilloso, calcáreo o granítico, imprime su carácter distintivo en las uvas que crecen sobre él. La mineralidad del suelo se convierte en un componente esencial, otorgando complejidad y profundidad a nuestros vinos.

    Arcilla: Firmeza y Estructura

    Los suelos arcillosos de Navarsotillo ofrecen una base sólida para nuestras vides. Esta textura retiene la humedad, proporcionando un suministro constante de agua a las raíces y permitiendo un crecimiento equilibrado. En cada sorbo, percibirás la firmeza y estructura que estos suelos aportan, definiendo la personalidad de nuestros vinos tintos con taninos notables y cuerpo robusto.

    Calcáreo: Frescura y Elegancia

    En contraste, los suelos calcáreos brindan una frescura vibrante a nuestras uvas. La alta permeabilidad de este tipo de suelo permite un drenaje eficiente, promoviendo una maduración gradual y preservando la acidez natural. La elegancia y frescura resultantes se traducen en vinos blancos que capturan la esencia misma de la tierra.

    Granito: Intensidad y Carácter Singular

    Los suelos graníticos, con su composición única, añaden una dimensión intrigante a nuestras creaciones. La mineralidad distintiva se refleja en la intensidad y carácter singular de nuestros vinos. Cada sorbo revela la influencia de estos suelos en la expresión única de la uva, creando un viaje sensorial que celebra la diversidad de nuestro terreno.

    La Armonía Final en la Botella

    En Navarsotillo, entendemos que la verdadera magia del vino se encuentra en la perfecta armonía entre la tierra y la vid. Cada variedad de uva encuentra su afinidad en el suelo adecuado, y nuestro compromiso con la calidad se refleja en la atención meticulosa a estos detalles. Cada botella cuenta la historia de nuestro terruño, capturando la esencia de la tierra que llamamos hogar.

    En cada copa de Navarsotillo, te invitamos a explorar la influencia del suelo, a sumergirte en la riqueza de nuestro terruño y a celebrar la diversidad que da vida a nuestros vinos. ¡Salud a la magia bajo nuestros pies! 🍇🍷 #Navarsotillo #Vino #Terruño #SueloVinícola

  • Biodinámica en la vendimia

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    La biodinámica también se aplica en la vendimia, el proceso de cosecha de uvas para la producción de vino. Aquí hay algunas prácticas y conceptos biodinámicos que se pueden incorporar en la vendimia:

    1. Calendario lunar: Los viticultores biodinámicos suelen consultar el calendario lunar para determinar los momentos óptimos para la cosecha. Se cree que las fases lunares pueden influir en la calidad de las uvas y en el sabor del vino resultante. Se eligen días específicos de acuerdo con estas creencias para cosechar las uvas.
    2. Tratamientos biodinámicos: Durante la vendimia, se pueden aplicar preparados biodinámicos al viñedo para fortalecer la vitalidad de las vides y el suelo. Estos preparados se utilizan en pequeñas cantidades y pueden incluir sustancias naturales como hierbas y minerales.
    3. Respeto por la biodiversidad: La biodinámica fomenta la biodiversidad en el viñedo, lo que significa que se busca mantener una variedad de plantas y vida silvestre en el entorno vitícola. Esto puede ayudar a equilibrar el ecosistema y reducir la necesidad de productos químicos.
    4. Agricultura biodinámica en general: Además de las prácticas específicas durante la vendimia, los viñedos biodinámicos suelen seguir principios de agricultura biodinámica durante todo el año. Esto incluye la atención a la salud del suelo, la consideración de las fuerzas cósmicas y la integración de cultivos y animales en la granja.

    En última instancia, la aplicación de la biodinámica en la vendimia busca producir vinos que reflejen la singularidad de su lugar de origen y que estén en armonía con la naturaleza. Aunque estas prácticas pueden parecer esotéricas para algunos, algunos viticultores y enólogos creen que la biodinámica puede mejorar la calidad y la autenticidad de los vinos.

  • La Clave del Sabor: Temperaturas de Servicio del Vino

    Cómo Disfrutar al Máximo de Cada Variedad: Guía de Temperaturas para Degustar el Vino

    La temperatura a la que se sirve un vino es un detalle esencial que puede marcar la diferencia entre una experiencia sensorial espectacular y una decepción enológica. Cada tipo de vino, ya sea tinto, blanco, rosado o espumoso, tiene sus propias recomendaciones de temperatura para revelar sus aromas y sabores en plenitud. A continuación, te presentamos una guía sobre las temperaturas ideales de servicio del vino.

    Temperaturas de Servicio para los Vinos Tintos:

    Los vinos tintos son apreciados por su riqueza de sabores y aromas complejos. Sin embargo, servirlos a la temperatura adecuada es fundamental para resaltar estas cualidades. En general:

    • Vinos Tintos Jóvenes: Entre 12-16°C. Las variedades más ligeras y frescas se benefician de temperaturas más bajas, mientras que los tintos más robustos pueden disfrutarse ligeramente más cálidos.
    • Vinos Tintos de Cuerpo Medio: Alrededor de 14-18°C. Estas temperaturas permiten que se expresen los matices sin que el alcohol prevalezca.
    • Vinos Tintos de Cuerpo Completo: Entre 16-20°C. Los tintos más potentes se benefician de temperaturas más elevadas para que sus sabores y aromas intensos se desplieguen plenamente.

    Temperaturas de Servicio para los Vinos Blancos:

    Los vinos blancos son conocidos por su frescura y vitalidad. Servirlos a la temperatura adecuada realza su carácter:

    • Vinos Blancos Jóvenes y Frescos: Alrededor de 8-12°C. Las temperaturas más bajas preservan sus notas frutales y cítricas, realzando su frescura.
    • Vinos Blancos con Cuerpo y Madurez: Entre 10-14°C. Para vinos blancos más complejos y envejecidos en barrica, estas temperaturas permiten que se desarrollen sus matices.

    Temperaturas de Servicio para los Vinos Rosados:

    Los vinos rosados combinan elementos de tintos y blancos, y sus temperaturas ideales de servicio son intermedias:

    • Vinos Rosados Jóvenes y Ligeros: Alrededor de 8-12°C. Estas temperaturas preservan su frescura y sus aromas frutales.

    Temperaturas de Servicio para los Vinos Espumosos:

    Los vinos espumosos, como el champagne, el cava y el prosecco, son símbolos de celebración y elegancia. Servirlos a la temperatura adecuada realza su efervescencia:

    • Vinos Espumosos y Champagne: Entre 6-10°C. Temperaturas más frescas mantienen las burbujas y resaltan la acidez.

    En resumen, las temperaturas de servicio del vino son un factor esencial para maximizar la experiencia de degustación. Siguiendo estas pautas, podrás disfrutar al máximo de los aromas y sabores que cada variedad de vino tiene para ofrecer. La elección de la temperatura adecuada es una muestra de tu aprecio por el arte y la ciencia que hay detrás de cada botella, y te permitirá descubrir nuevos matices en cada copa.

  • LA CLAVE DEL SABOR: TEMPERATURAS DE SERVICIO DEL VINO

    Vinos para acompañar

    Cómo Disfrutar al Máximo de Cada Variedad: Guía de Temperaturas para Degustar el Vino

    La temperatura a la que se sirve un vino es un detalle esencial que puede marcar la diferencia entre una experiencia sensorial espectacular y una decepción enológica. Cada tipo de vino, ya sea tinto, blanco, rosado o espumoso, tiene sus propias recomendaciones de temperatura para revelar sus aromas y sabores en plenitud. A continuación, te presentamos una guía sobre las temperaturas ideales de servicio del vino.

    Temperaturas de Servicio para los Vinos Tintos:

    Los vinos tintos son apreciados por su riqueza de sabores y aromas complejos. Sin embargo, servirlos a la temperatura adecuada es fundamental para resaltar estas cualidades. En general:

    • Vinos Tintos Jóvenes: Entre 12-16°C. Las variedades más ligeras y frescas se benefician de temperaturas más bajas, mientras que los tintos más robustos pueden disfrutarse ligeramente más cálidos.
    • Vinos Tintos de Cuerpo Medio: Alrededor de 14-18°C. Estas temperaturas permiten que se expresen los matices sin que el alcohol prevalezca.
    • Vinos Tintos de Cuerpo Completo: Entre 16-20°C. Los tintos más potentes se benefician de temperaturas más elevadas para que sus sabores y aromas intensos se desplieguen plenamente.

    Temperaturas de Servicio para los Vinos Blancos:

    Los vinos blancos son conocidos por su frescura y vitalidad. Servirlos a la temperatura adecuada realza su carácter:

    • Vinos Blancos Jóvenes y Frescos: Alrededor de 8-12°C. Las temperaturas más bajas preservan sus notas frutales y cítricas, realzando su frescura.
    • Vinos Blancos con Cuerpo y Madurez: Entre 10-14°C. Para vinos blancos más complejos y envejecidos en barrica, estas temperaturas permiten que se desarrollen sus matices.

    Temperaturas de Servicio para los Vinos Rosados:

    Los vinos rosados combinan elementos de tintos y blancos, y sus temperaturas ideales de servicio son intermedias:

    • Vinos Rosados Jóvenes y Ligeros: Alrededor de 8-12°C. Estas temperaturas preservan su frescura y sus aromas frutales.

    Temperaturas de Servicio para los Vinos Espumosos:

    Los vinos espumosos, como el champagne, el cava y el prosecco, son símbolos de celebración y elegancia. Servirlos a la temperatura adecuada realza su efervescencia:

    • Vinos Espumosos y Champagne: Entre 6-10°C. Temperaturas más frescas mantienen las burbujas y resaltan la acidez.

    En resumen, las temperaturas de servicio del vino son un factor esencial para maximizar la experiencia de degustación. Siguiendo estas pautas, podrás disfrutar al máximo de los aromas y sabores que cada variedad de vino tiene para ofrecer. La elección de la temperatura adecuada es una muestra de tu aprecio por el arte y la ciencia que hay detrás de cada botella, y te permitirá descubrir nuevos matices en cada copa.

  • Descubriendo las Variedades de Uva tinta Más Plantadas en el Mundo

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    Las variedades de uva tinta más plantadas en el mundo son la columna vertebral de la industria vitivinícola, ya que son las responsables de producir algunos de los vinos más apreciados y consumidos en todo el planeta. A continuación, exploraremos las variedades de uva tinta más populares y cultivadas, y descubriremos qué las hace tan especiales.

    Cabernet Sauvignon

    La Cabernet Sauvignon es, sin lugar a dudas, la reina de las uvas tintas. Originaria de la región de Burdeos, Francia, esta variedad ha conquistado viñedos en todo el mundo, desde los famosos viñedos de Napa Valley en California hasta las tierras vinícolas de Chile y Australia. La Cabernet Sauvignon destaca por su robustez y estructura tánica, ofreciendo sabores de grosellas negras, cassis, eucalipto y pimiento verde. Además, posee una excelente capacidad de envejecimiento, lo que la convierte en la base de muchos vinos de guarda.

    Merlot

    La uva Merlot es otra de las variedades de uva tinta más cultivadas en el mundo. Originaria también de Burdeos, la Merlot se caracteriza por su suavidad y elegancia, presentando notas de frutas rojas maduras, ciruelas y moras. Esta versátil variedad ha ganado popularidad en regiones como Italia, Estados Unidos y Chile, donde es utilizada tanto en vinos varietales como en mezclas. Su perfil suave y sedoso aporta redondez y equilibrio a los vinos, lo que la convierte en una opción apreciada tanto por aficionados como por expertos.

    Tempranillo

    La Tempranillo es la variedad de uva tinta emblemática de España. Se cultiva principalmente en las regiones de Rioja y Ribera del Duero, y también es popular en Portugal, donde se la conoce como Tinta Roriz. Esta uva produce vinos con aromas a frutas rojas y negras, vainilla y cuero. Es famosa por su gran capacidad de envejecimiento y por dar lugar a vinos con una estructura firme y elegante.

    Syrah (Shiraz)

    La Syrah, también conocida como Shiraz en Australia, es otra de las variedades tinta más plantadas en el mundo. Originaria del valle del Ródano en Francia, se ha expandido a diversos países productores, incluyendo Australia, Estados Unidos, Sudáfrica y Chile. La Syrah destaca por sus aromas a moras, pimienta negra, hierbas y cuero. Produce vinos intensos, con taninos firmes y una rica concentración de sabores.

    Pinot Noir

    La uva Pinot Noir es una de las variedades más exigentes y apreciadas en el mundo del vino. Originaria de la región de Borgoña, Francia, es famosa por su delicadeza y elegancia. La Pinot Noir produce vinos con aromas a frutos rojos, flores y especias, y es conocida por su sutilidad y complejidad. Si bien es una cepa desafiante de cultivar, cuando se maneja correctamente, ofrece algunos de los vinos más exquisitos y sofisticados que existen.

    Conclusión

    Las variedades de uva tinta más plantadas en el mundo son un tesoro en el mundo del vino, ofreciendo una rica diversidad de aromas, sabores y características. Desde la reina Cabernet Sauvignon, pasando por la suave Merlot, la tradicional Tempranillo, la intensa Syrah y la elegante Pinot Noir, cada una de estas cepas aporta su propia esencia y singularidad a los vinos que producen. Disfrutar de estos vinos es un verdadero placer, ya que cada copa nos invita a un viaje sensorial lleno de matices y emociones. Así que la próxima vez que degustes un vino tinto, tómate un momento para apreciar la variedad de uva que lo compone y todo lo que aporta a esta maravillosa bebida. ¡Salud!

  • Los Aromas en el Vino: Descubriendo el Bouquet de las Sensaciones Vinícolas

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    Introducción

    El vino es mucho más que una simple bebida; es una experiencia sensorial completa que involucra nuestros sentidos en un viaje de sabores y aromas. Si bien el sabor es fundamental en la apreciación de un vino, los aromas desempeñan un papel igualmente importante. Los aromas en el vino, también conocidos como bouquet, nos permiten descubrir una amplia gama de notas y matices que enriquecen nuestra percepción y nos sumergen en un mundo de sensaciones únicas. En este artículo, exploraremos el fascinante universo de los aromas en el vino y cómo estos influyen en nuestra experiencia de cata.

    Los aromas primarios: la esencia de la variedad de uva

    Los aromas primarios en el vino provienen directamente de la variedad de uva utilizada en su elaboración. Cada tipo de uva tiene su perfil aromático distintivo, y estos aromas se expresan en el vino sin la intervención de procesos de añejamiento o fermentación. Por ejemplo, un vino elaborado con uvas Cabernet Sauvignon puede presentar aromas a grosella negra, mientras que un vino de la variedad Sauvignon Blanc puede exhibir notas herbáceas y cítricas.

    Es importante señalar que el terroir, que incluye factores como el clima, el suelo y la altitud, también puede influir en los aromas primarios del vino, agregando matices únicos y complejidad a la experiencia de cata.

    Los aromas secundarios: la magia de la fermentación

    Los aromas secundarios se desarrollan durante el proceso de fermentación alcohólica. Durante esta etapa, las levaduras transforman el azúcar del mosto en alcohol y liberan compuestos aromáticos que enriquecen el bouquet del vino. Entre los aromas secundarios más comunes se encuentran las notas a levadura, pan, mantequilla y vainilla.

    Además de la fermentación alcohólica, otros procesos como la fermentación maloláctica (conversión del ácido málico en ácido láctico) también pueden contribuir a la generación de aromas secundarios y aportar suavidad y complejidad al vino.

    Los aromas terciarios: la magia del envejecimiento

    Los aromas terciarios, también conocidos como bouquet de crianza, se desarrollan durante el envejecimiento del vino en barricas de roble y/o en botella. Durante este período, el vino interactúa con la madera y el oxígeno, lo que le permite adquirir una amplia gama de aromas adicionales.

    Los aromas terciarios pueden incluir notas a vainilla, tabaco, cuero, especias, frutos secos y tostados. Estos matices evolucionados añaden profundidad y elegancia al vino, creando experiencias de cata excepcionales para los aficionados y conocedores.

    El papel del aroma en la cata de vinos

    El bouquet de un vino es esencial para su apreciación en la cata. Al oler el vino, se activan los receptores olfativos, lo que a su vez influye en la percepción de su sabor. Los aromas nos permiten anticipar los sabores que encontraremos en el paladar y nos guían en la exploración de su complejidad.

    A través del arte de la cata, podemos identificar y describir los diferentes aromas presentes en el vino, enriqueciendo nuestra experiencia y permitiéndonos apreciar todas las dimensiones que esta magnífica bebida tiene para ofrecer.

    Conclusión

    Los aromas en el vino constituyen un componente esencial de su riqueza y carácter. Desde los aromas primarios que reflejan la variedad de uva hasta los aromas secundarios y terciarios que se desarrollan durante el proceso de elaboración y envejecimiento, cada nota contribuye a una experiencia sensorial única. La próxima vez que disfrutes de una copa de vino, tómate un momento para deleitarte con su bouquet y sumérgete en un mundo de sensaciones vinícolas que te transportará a lugares y sabores inigualables.

  • Agricultura Biodinámica: Un Enfoque Sostenible y Holístico

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    Introducción

    La agricultura biodinámica es un enfoque agrícola que va más allá de las prácticas convencionales, incorporando principios de sostenibilidad, respeto por la naturaleza y una visión holística del sistema agrícola. Basada en las ideas de Rudolf Steiner, la agricultura biodinámica busca cultivar alimentos de alta calidad al tiempo que promueve la salud del suelo, la biodiversidad y la armonía en el ecosistema agrícola. En este artículo, exploraremos los fundamentos y los beneficios de la agricultura biodinámica.

    Principios Fundamentales de la Agricultura Biodinámica

    La agricultura biodinámica se basa en varios principios clave que la distinguen de otros enfoques agrícolas:

    1. El enfoque holístico: La agricultura biodinámica considera la granja como un organismo vivo interconectado. Se enfoca en cultivar la salud y la vitalidad de todo el sistema agrícola, incluyendo el suelo, las plantas, los animales y los seres humanos involucrados.
    2. La diversidad biológica: Se fomenta la diversidad de cultivos y la preservación de hábitats naturales en la granja. Esto promueve la presencia de polinizadores, insectos beneficiosos y microorganismos benéficos, creando un equilibrio natural en el ecosistema agrícola.
    3. La salud del suelo: La agricultura biodinámica se centra en el cuidado y la regeneración del suelo. Se utilizan prácticas como la compostaje, el uso de abonos orgánicos y la rotación de cultivos para mejorar la estructura del suelo, aumentar su fertilidad y promover la retención de agua.
    4. Los preparados biodinámicos: Se utilizan preparados naturales, como el compost de estiércol y hierbas, los tés de compost y los preparados de cuarzo, que se aplican en momentos específicos del año para fortalecer la vida del suelo y mejorar la calidad de los cultivos.
    5. La observación de los ritmos cósmicos: La agricultura biodinámica considera la influencia de los ritmos y las fuerzas cósmicas en el crecimiento de las plantas. Se siguen los calendarios biodinámicos para determinar los momentos óptimos de siembra, cultivo y cosecha, teniendo en cuenta las fases de la luna y las posiciones planetarias.

    Beneficios de la Agricultura Biodinámica

    La agricultura biodinámica ofrece una serie de beneficios tanto para los agricultores como para los consumidores y el medio ambiente:

    1. Alimentos de alta calidad: La agricultura biodinámica busca producir alimentos nutritivos y sabrosos. Al enfocarse en la salud del suelo y la diversidad de cultivos, se obtienen alimentos con un mayor contenido de nutrientes y una mejor expresión de sabores y aromas.
    2. Sostenibilidad ambiental: La agricultura biodinámica promueve la conservación de los recursos naturales, la protección de la biodiversidad y la reducción del uso de productos químicos sintéticos. Al cultivar la salud del suelo y fomentar la biodiversidad, se mejora la resiliencia del ecosistema agrícola y se minimiza el impacto negativo en el medio ambiente.
    3. Resiliencia y autossuficiencia: La diversificación de cultivos y la integración de animales en la granja ayudan a reducir la dependencia de insumos externos. Esto fortalece la resiliencia del sistema agrícola y contribuye a la autossuficiencia de los agricultores.
    4. Conexión con la naturaleza: La agricultura biodinámica fomenta una conexión más profunda con la naturaleza y una comprensión de los ritmos y las fuerzas que la rigen. Los agricultores biodinámicos se convierten en observadores y cuidadores activos de su entorno, desarrollando una relación más armónica con la tierra.

    Conclusion

    La agricultura biodinámica ofrece una perspectiva única y holística para el cultivo de alimentos. Al enfocarse en la salud del suelo, la diversidad biológica y el equilibrio en el ecosistema agrícola, este enfoque sostenible promueve la producción de alimentos de alta calidad mientras se protege el medio ambiente. Si estás interesado en apoyar una agricultura que valora la salud, la diversidad y la conexión con la naturaleza, la agricultura biodinámica es una opción a considerar.

  • ¿Cómo interpretamos el color del vino?

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    Cuando hablamos del color del vino, puede que nos limitemos a los tres estilos básicos que conocemos: blanco, rosado y tinto, y con razón, sin embargo, el color del vino esconde mucha información que es más Buenas pistas para adivinar, entender y disfruta del vino en la copa.

    ¿Te atreves a descubrir todos los secretos que esconde el color del vino?

    Qué nos puede decir el color del vino sobre cómo se hizo
    Tenemos vino blanco, vino tinto, vino rosado y vino naranja (el vino naranja muy popular) gracias a los flavonoles y las antocianinas, los pigmentos hidrosolubles que se encuentran en la piel de la uva y que le dan color al vino.

    Si cortas una uva, no importa el color de la piel, la pulpa es incolora (con algunas raras excepciones). Cuando se elabora vino tinto, el mosto de la uva queda en contacto con los hollejos de la uva (uva tinta), que es lo que le da su color. En el caso del vino blanco, el mosto de la uva no entra en contacto con los hollejos durante la fermentación y por tanto no cambia de color. Esto hace posible hacer vino blanco a partir de uvas tintas, es decir, vino blanco y negro.

    Un ejemplo especial es lo que sucede cuando hablamos de vino naranja. Aunque elaborados con uva blanca, se elaboran de forma similar a los vinos tintos, es decir, el mosto de la uva entra en contacto con los hollejos, aportando un perfil sensorial y personalidad diferente a los vinos blancos. El contacto prolongado con los hollejos y la oxidación durante la crianza hacen que el vino resultante se acerque gradualmente al color naranja o ámbar. De ahí el nombre.

    Los vinos rosados ​​se elaboran de manera similar a los vinos tintos, pero a diferencia de los vinos tintos, los vinos rosados ​​tienen solo un breve tiempo de contacto con la piel de la uva, según sea necesario para su color. Es decir, su color final dependerá del tiempo de contacto entre el mosto y los hollejos de las uvas tintas para obtener el vino que cada productor desea.

    El color nos dice la edad o estado de conservación del vino
    Es bueno poder comparar el vino con las personas, ambos evolucionan con el tiempo, al igual que los humanos, algunos vinos envejecen mejor que otros, algunos vinos, a pesar de su juventud, se ven pero muy jóvenes. mayores que otros.

    Algunos vinos, a pesar de su juventud, pueden, por una mala conservación, verse afectados por factores que aceleran la oxidación o el envejecimiento, cuyos síntomas se reflejan en su color, aroma o sabor. También puede haber algunos, de color brillante y sabor juvenil, que pueden ser de sabor rancio, carentes de alcohol y acidez, es decir, carentes de la vitalidad que encarna. Podemos encontrar maravillosas excepciones. Los vinos finos representan una edad avanzada por su color, pero conservan un vigor envidiable. O aquellos vinos que están destinados a una larga crianza, como algunos vinos DOca. El vino de Rioja tiene un maravilloso sentido de la edad, aunque su color en la copa muestra signos de su larga vida.

    Los colores nos dan pistas sobre las variedades enológicas
    Especialmente en los vinos tintos, el color puede ser una pista importante de la variedad de la que se elaboró. Los vinos bajos o altos pueden describir aquellos vinos que tienen un color más sutil, como los elaborados con la variedad Pinot Noir, o aquellos cuyo tono es tan intenso y cerrado que no podemos ver a través del líquido, como los vinos que se pueden utilizar como Vino añejo o Merlot.

    El hecho de que un vino tinto no tenga un color demasiado intenso, dando la impresión de estar diluido, no es motivo para juzgarlo o rechazarlo, ni es un indicador de falta de carácter, estructura o calidad. Al contrario, es para nosotros una expresión noble del respeto que tiene el viticultor por conservar la calidad de las uvas en que las produce. Los vinos tintos de Borgoña de la variedad Pinot Noir se encuentran entre los más populares y caros del mundo, pero a menudo son de color claro y sutil.

    El color del vino nos da pistas sobre su madurez o estado de crianza. Los vinos tintos tienden a perder su intensidad con el tiempo, y su color puede cambiar de un púrpura brillante a un tono granate o teja, es decir, se pudren. Lo contrario es cierto para los vinos blancos, que comienzan con un tono chartreuse brillante y se desvanecen a medida que envejecen, volviéndose opacos y parduscos y tendiendo a pasar del dorado al ámbar. Los vinos rosados ​​también muestran su edad. Sus colores brillantes (frambuesa a rosa pálido) pueden parecer apagados y comenzar a volverse marrones.

    Esperamos que estas señales del color del vino lo ayuden a disfrutar y aprender más sobre lo que hay en su copa, pero recuerde que no podemos confiar solo en la vista y, en este caso, solo en el color del vino. Ejecute el análisis. Listo. Necesitamos la cooperación del gusto y el olfato. Lo que puede parecer un defecto puede convertirse en un diferenciador que hace que un vino sea único.

  • Consejos para el mejor maridaje de vino y queso

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    Hay tantos tipos de quesos como vinos, y no podemos decir cuál tiene más variedades. Cada vino y cada queso tiene una personalidad diferente, influenciada por su procedencia.

    El queso se puede hacer con diferentes tipos de leche y se puede procesar de muchas maneras diferentes para obtener el producto final. Según la curación del queso, puede ser fresco, tierno, semicurado o añejo, al igual que se añeja el vino.

    La mezcla de estos dos productos crea una combinación apetecible que es difícil de superar.

    El secreto de un buen maridaje

    la armonía es clave
    Un coupage entre vino y queso no tiene garantías de éxito porque cada producto es complejo y tiene propiedades muy diferentes, y para conseguir un buen maridaje hay que tener muy en cuenta las propiedades del queso y el vino que queremos combinar. .

    Para el mejor maridaje, debemos apreciar el equilibrio de la mezcla en su conjunto, de manera que el queso y el vino se complementen, potenciando los sabores de cada uno y el del otro.

    Se debe tener cuidado para evitar que uno opaque al otro. El producto debe tener personalidad propia y sabores intensos similares al vino que se cata.

    Por ejemplo, para encontrar un maridaje armonioso, podemos combinar un vino blanco, rosado o tinto joven y afrutado con un queso fresco, cremoso y ligero.

    Cuanto más maduro sea el queso, o más intensos los sabores, más recomendables son los vinos de mayor crianza y con más cuerpo y estructura.

    conexión a tierra
    El origen del vino y el queso puede ser otra buena opción a la hora de considerar maridajes.

    La uva para el vino, la hierba para el ganado y la leche para el queso son muy características de su lugar de origen. Además, el producto final también depende del gusto local del productor. Un ejemplo es «La calma amb herbes», un queso de leche cruda elaborado por un rebaño de cabras alpinas en el Parque Natural del Montseny. El queso de pastor artesanal combina a la perfección con un vino blanco seco y afrutado.

    Por eso, los vinos y quesos de la misma región u origen presentan características similares y pueden complementarse tan bien.

    densidad y acidez
    El queso tiene un alto contenido de grasa y dependiendo del contenido de grasa y el proceso de elaboración, obtendrás un queso más o menos cremoso, mantecoso y espeso.

    Para compensar esta densidad, el queso se puede mezclar con vinos muy ácidos, como los vinos blancos elaborados con uvas verdes.

    uno a uno
    Muchas personas disfrutan de probar diferentes tipos de queso como aperitivo o como entrada para el almuerzo y la cena. Pero, como ya hemos comentado, cada queso tiene sus cualidades, y al catar tres o cuatro tipos distintos, maridarlo con un vino que les sirva a todos se convierte en una tarea muy complicada.

    Lo ideal es maridar cada queso con un vino, o elegir tipos de queso con características similares para que todos maridan bien con un mismo tipo de vino.

    Estos son solo algunos consejos para maridar vino con queso, pero cada uno es libre de elegir el tipo de vino que quiere y la variedad de queso que le gusta. Todo está bien mientras estés contento con el sabor de la experiencia.

    Fuente: https://www.blogdevino.net/consejos-para-el-mejor-maridaje-de-vino-y-queso/

  • ¿Afecta la forma de la copa al sabor del vino?

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    Los científicos demostraron empíricamente que la geometría de la copa en la que se sirve el vino afecta a su sabor final, gracias a la capacidad de la cámara olfativa para visualizar la distribución de la concentración de etanol evaporado en la copa.

    Utilizando una técnica innovadora, Sanlin y sus colaboradores analizaron cómo se comportan varios vinos en diferentes formas y a diferentes temperaturas, dos factores que afectan el sabor final de la bebida.

    De esta forma, comprobaron que a 13°C, el centro de una copa de vino típica tiene una concentración de etanol menor que el resto, mientras que el mismo vino no sufría esta reacción en la copa de cóctel y tubo, ni si repetía la misma. patrón típico en forma de anillo, que es lo que permite disfrutar de su aroma sin la distracción del alcohol.

    Esto significa que la forma en que se evapora el etanol depende de la estructura de la copa, dando al vino diferentes sabores. Este fenómeno de anillo nos permite disfrutar del aroma del vino sin la interferencia del etanol gaseoso. Por lo tanto, la forma de la copa tiene un diseño funcional muy complejo para degustar y disfrutar el vino.

    Fuente: https://utielrequena.org/puede-afectar-la-forma-de-la-copa-al-sabor-del-vino/#: