• Beneficios del vino tinto para la salud

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    1. Cuida los dientes

    Diferentes investigaciones destacan que los polifenoles, antioxidantes naturales que se encuentran en el vino tinto, podrían desacelerar el crecimiento de la flora bacteriana que se aloja en los dientes y encías, y, por ende, contribuiría a cuidar la salud dental.

    2. Protege la memoria

    Según señala la evidencia científica, el resveratrol, un polifenol presente en el vino tinto, mejoraría la memoria de las personas. Los investigadores encontraron que los adultos que tomaron suplementos con este compuesto mostraron un aumento de conexiones cerebrales en el área que involucra a la memoria. También fueron capaces de recordar más palabras y mejoraron su estado anímico.

    3. Anticancerígeno

    Nuevamente, el resveratrol que se halla en el vino tinto sería responsable de beneficios para el organismo. En este caso encontramos que recientes estudios lo vincularon con una importante acción antioxidante, capaz de combatir el cáncer a partir de obstaculizar la proliferación de células tumorales.

    4. Protege la vista

    Los antioxidantes que se encuentran en el vino tinto y las uvas podrían inhibir el crecimiento de nuevos vasos sanguíneos, asociados con enfermedades oculares como la degeneración macular asociada con la edad o la retinopatía diabética.

    5. Combate la hipertensión

    Se cree que la incorporación del vino tinto en dietas equilibradas y saludables, como la mediterránea o DASH, permitiría mantener bajo control los niveles de presión arterial. Además, existen investigaciones que encontraron que un componente de esta bebida, el provinol, podría aliviar la hipertensión deficiente en óxido nítrico sintasa.

  • Formas de abrir una botella de vino sin sacacorchos

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    Para los amantes del vino, seguro que alguna vez os ha pasado esto: ir a descorchar una botella de vino y no tener a mano un sacacorchos. Os enseñamos que hay más formas de abrir una botella de vino que introduciendo el corcho hacia abajo.

    1. Empuja el corcho

    Para este truco necesitarás un objeto con extremos redondeados que no destroce, rompa, pique o parta la botella ni el corcho.

    Empuja el corcho hacia abajo mientras sujetas la botella con una mano y el objeto con la otra. Hazlo con fuerza hasta que caiga dentro de la botella, pero ten cuidado, el vino puede salpicar.

    2. Con un cuchillo

    Puedes ayudarte también de una navaja o un cuchillo. Inserta la hoja del cuchillo en el corcho con cuidado moviéndolo de atrás hacia adelante ejerciendo una ligera presión. Debería atravesar todo el corcho, entonces gira hacia adelante y atrás para quitar el corcho despacio. Con el filo dentro del corcho, gira el cuchillo un poco y sigue haciéndolo despacio y con cuidado de no romper ni meter pedazos de corcho en el vino.

    3. Usa un zapato

    Este remedio es muy curioso, y tan eficaz que pueden utilizarlo hasta los amantes del vino.  La botella debe ir colocada con la parte inferior en el zapato, de modo que el corcho quede frente a ti para que puedas sostener la botella con una mano y el zapato con la otra. A continuación, golpea la planta de tu zapato contra una pared mientras sostienes la botella con suavidad.

    Sigue sujetando el zapato y la botella y vuelve a golpear tu zapato contra una pared repetidas veces. La botella debe estar en horizontal y protegida por el zapato para que no se rompa, pero de todos modos no golpees muy fuerte. Un golpe firme varias veces consecutivas debería bastar para que el corcho empiece a moverse por la presión de la botella.

    4. Con un tornillo

    Para llevar a cabo este truco necesitas un tornillo y unos alicates. Cuanto mayor sea la distancia entre las roscas del tornillo, mucho mejor.

    Con el tornillo colocado de manera vertical y los alicates en horizontal, estira hacia arriba realizando movimientos suaves hacia adelante y hacia atrás hasta que puedas agarrar el corcho y estirarle para sacarlo. Si eres un enófilo, seguro que este truco te gusta porque es muy similar a abrir botella de vino sin sacacorchos.

    5. Con unas tijeras

    Lo mejor para abrir botella de vino sin sacacorchos es usar un par de tijeras pequeñas para niños. Abre las tijeras por completo e inserta la cuchilla más delgada en la mitad del corcho ejerciendo un poco de presión con cuidado. Introdúcelas hasta la mitad del corcho con cuidado de no empujarlo dentro de la botella ni romperlo.

    Gira el mango de las tijeras sosteniendo la botella con fuerza mientras giras lo haces. El corcho saldrá en las tijeras si hiciste la palanca con la profundidad adecuada o saldrá lo suficiente como para cogerlo con las manos.

  • ¿Qué es la Añada en un Vino?

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    La añada es el año en el que las uvas se han cultivado y vendimiado. Por tanto, si una botella de vino tiene el año impreso en su etiqueta, ello quiere decir que el vino es de una añada en concreto. Si un vino no indica la añada en su etiqueta probablemente sea una mezcla de vinos de diferentes años, como ocurre en la mayoría de los Champagnes. La mezcla de vinos permite a los enólogos mantener un estilo propio y no depender de las variaciones de las añadas.

    Para madurar correctamente las uvas necesitan una combinación de agua, luz solar, calor y frío, en las proporciones adecuadas y en el momento adecuado. En general, un buen año es cuando a un invierno frío y lluvioso le sigue una primavera suave y un verano largo y seco, con días cálidos y noches frescas, creando un equilibrio de fruta y acidez. Por el contrario, un mal año para que las uvas maduren es cuando hace demasiado frío durante la primavera o llueve en exceso en verano, lo que da lugar a vinos sin equilibrio. Los cambios meteorológicos afectan a las condiciones de cultivo y, como consecuencia, a la maduración y el estado de las uvas.

    La utilización de tecnología moderna y la capacidad de los enólogos de mezclar vinos de diferentes viñedos pueden conseguir que año tras año se mantenga relativamente la calidad del vino. Por ello, hay menos variación en la añada y en el vino.

    Elegir un vino puede ser suficientemente complicado para además tener que recordar la añada. Así que ten en cuenta que la mayoría de los vinos que se están haciendo ahora, probablemente el 90%, es para que sean consumidos entre un año y dos después de la vendimia. En general, la calidad de los vinos más jóvenes ha mejorado enormemente en los últimos años.