• Que tiene la etiqueta del vino

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    Esta es la información que llevan todas las etiquetas de los vinos:

    • Nombre: Es la denominación comercial del vino.
    • Denominación de origen: Es tradición poner de dónde provienen los vinos, en Espña es obligatorio informar de donde proviene un vino y si forma parte de Denominación de origen (DO) o de una Indicación Geográfica Protegida (IGP). Si no es así se debe aclarar su categoría: Vino espumoso, vino de aguja…
    • Graduación alcohólica: Es obligatorio poner el porcentaje de alcohol en la etiqueta.
    • Productor y embotellador (si es diferente): Debe aparecer siempre el nombre del productor del vino. En el caso de que se haya embotellado en un lugar diferente  también hay que indicarlo.
    • Lugar de origen: Si un vino es exportado, es obligatorio especificar su país de origen.
    • Contenido en sulfitos: La mayor parte de vinos contienen sulfitos para su conservación, es obligatorio añadir esta información.
    • Capacidad de la botella: Una información fundamental, normalmente es de 75 cl, pero también hay de 37,5 cl y de 1,5 L.
    • Número de la botella: El Consejo Regulador de la DO correspondiente emite las etiquetas en función del número de botellas permitidas para cada bodega.
  • Beneficios del vino para la salud

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    El vino tinto contiene antioxidantes, particularmente polifenoles. Se ha demostrado que los polifenoles mejoran la función cardíaca y la presión arterial, lo que reduce el riesgo de enfermedad cardiovascular.

    Aquí, más datos divertidos sobre los otros poderes mágicos del vino tinto:

    • Podría prevenir las caries: Los investigadores encontraron que el vino tinto mató más bacterias causantes de caries que el agua con alcohol.
    • Podría mantener tus alergias bajo control: En una revisión reciente, los investigadores sugieren que los flavonoides, un antioxidante que se encuentra en el vino tinto, podrían reducir los síntomas de alergia y asma.
    • Podría retrasar la aparición de la enfermedad de Alzheimer y Parkinson: En un estudio del 2017, los investigadores agregaron los metabolitos del intestino humano derivados del vino. Entonces, sucedió algo extraño: los metabolitos evitaban que las células murieran.
    • Podría reducir tu riesgo de depresión: La ingesta de vino entre dos y siete vasos de cinco onzas a la semana, podría disminuir tus probabilidades de desarrollar el trastorno.
  • Elaboración de un vino

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    La técnica y método para la elaboración de un vino es la misma para todos los tipos de vino ya sean tinto, blanco o rosado. La única variación es el tiempo de fermentación y temperatura, además de los componentes y del tipo de uva.

    A continuación, os indicamos los pasos a seguir para la elaboración de un vino:

      • Plantación: para que un viñedo tenga producciones de calidad, es necesario que el suelo reúna de una serie de condiciones o factores químicos y físicos.
      • La espera: la vid tarda entre 5 y 10 años en lograr la vinificación óptima. Mientras tanto hay que podar y conducir su crecimiento.
      • Vendimia: la vendimia es la cosecha de la uva y se realiza cuando llega a su punto máximo de azúcar.
      • Despalillado: el proceso de despalillado es aquel mediante el cual se separa las uvas del resto del racimo, lo que se conoce como raspón.
      • Estrujado: desgranado el racimo.
      • Maceración y fermentación alcohólica.
      • Prensado: se trata de convertir los azúcares del mosto en alcohol etílico.
      • Fermentación: a través de la fermentación se trata de convertir los azúcares del mosto en alcohol etílico.
      • Maduración: en la maduración se oxigena el vino. Y es aquí, cuando toma pigmentos y sabores de la madera.
      • Trasiego: Proceso mediante el cual el vino se cambia varias veces de recipiente.
      • Clarificación: aquí se emplean sustancias orgánicas que arrastran las impurezas suspendidas en el vino hacia el fondo de la barrica.
      • Embotellamiento: una segunda parte del periodo de crianza del vino tendrá lugar una vez que este es embotellado. El volumen estándar de una botella es de 750 ml.
  • Consejos para catar un vino

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    1. A ciegas: intenta catar a ciegas. Que no te influyan las etiquetas y precios, esto te ayudará a estar más abierto de mente y te permitirá dejarte llevar por las sensaciones.
    2. Varias copas: si vas a catar varios vinos, cambia de copa. De esta forma no mezclamos sabores y no permanece el recuerdo del vino anterior.
    3. Fase visual: Antes de probarlo, observar los colores nos hablará mucho de la uva: pálidos, amarillo pajizo, dorados.
    4. Sostener la copa: es recomendable sujetar la copa por la zona del tallo o la base para evitar calentar el vino con nuestras propias manos.
    5. Fase olfativa: oler el vino antes de probarlo, es la clave para apreciarlo al máximo. El vino se huele tanto a copa parada como a copa agitada, ya que en ambos casos afloran olores y sensaciones diferentes: florales, espaciados, frutales, vegetales, balsámicos, químicos.
    6. Fase gustativa: muchas características que harán de nuestro vino, un vino único como son la temperatura, la textura, la persistencia en boca una vez lo hemos ingerido, el equilibrio entre dulzura y acidez
  • Por qué el vino blanco se bebe más frío que el tinto

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    En general, el vino blanco se consume más frío que el tinto, la razón de esto se encuentra en el pasado. En el pasado el vino permanecía frío de forma natural en los sótanos de las casas y posteriormente se sacaba para su consumo, pero para ello tenía que permanecer en el comedor por su temperamento y disfrutar de su aroma, ya que si hacía demasiado frío no sería yo lo agradecería de la misma manera.

    Por lo tanto, muchos vinos se sirven a temperatura ambiente. Por otro lado, el vino blanco suele servirse frío para paliar la excesiva acidez, aunque a temperatura ambiente en este tipo de vinos también revela sus aromas y sabores con más intensidad.

  • Tips para cocinar con vino

    El vino tinto es un ingrediente que realza muchas preparaciones y le da un toque a las carnes rojas, con la que combina a la perfección. Para el pescado o pollo es mejor un vino blanco a excepción del salmón y otros pescados fuertes y de carne abundante. Para cocinar con vino rojo, es mejor que sea vino de calidad y contar con la cantidad suficiente para utilizarla en la receta y para acompañarlo en la comida con copas.

    Para preparar una salsa ligera, cocina con el vino ni más de 30 min ni menos de 20 min, para que el vino se clarifique y no se quede espesa la salsa demasiado. Si quieres reducir la cocción sin que quede ácida, añádele manteca y cocina un poco más.

    Al cocinar con verduras, es mejor una salsa de vino consistente, si la acompañas con carnes grasas, mejor una salsa más liviana, reduciendo el tiempo de cocción. En los platos con carne los vinos siempre se cocinan con las proteínas.

  • Tipos de vinos blancos

    Ligeros y secos. Vinos jóvenes y ácidos, sin cuerpo, raramente añejados en barricas de roble, no suelen ser aptos para envejecer.

    Secos y amplios. Tienen más cuerpo y pueden envejecer en bastantes casos en barrica o botella. Aunque técnicamente son secos pueden tener cierta dulzura.

    Secos y concentrados. Más complejos y con más cuerpo, mejoran si son añejados en barrica y botella, este grupo incluye los mejores vinos blancos no especiales.

    Aromáticos. Son los procedentes de determinadas variedades que destacan por sus aromas, siendo secos o semisecos.

    Semisecos. Sin ser dulces, son los embotellados antes de que la totalidad del azúcar se haya transformado en alcohol.

    Dulces y licorosos. Intensamente concentrados, con cuerpo y complejos.

  • La importancia del tapón en el vino

    Los tapones de corcho cumplen tradicionalmente una función fundamental en la calidad de los caldos. Influyen en gran medida en su evolución y en sus características organolépticas, ya que, como explicamos a continuación, este material aporta importantes beneficios en el proceso de elaboración de los vinos. El tapón no debe aportar ningún matiz de aroma ni sabor, lo que deber permitir es que el vino evolucione correctamente, que permita una microoxigenación gradual del vino.

    Los tapones de corcho tienen características únicas que, sin aportar ningún matiz de aroma ni sabor, facilitan que el vino evolucione correctamente, permitiendo una microoxigenación gradual del vino. De esta manera, contribuye a formar su carácter, le da autenticidad y le aporta valor.

    Otras de sus propiedades son: evitar la entrada, bacterias y moho, y gracias a esto se pueden mantener los vinos embotellados durante décadas.

  • ¿Qué ocurre en la fase oxidativa del vino?

    En esta fase, realizada en barricas de madera de roble, el vino se somete a una suave pero prolongada oxigenación debido a que entra aire en la barrica. El aire al entrar en contacto con el vino provoca una serie de reacciones químicas que originan cambios en el sabor y color del vino, como la destrucción de los antocianos, responsables del color inicial de los vinos haciendo que pase de un color rojo violáceo en los tintos jóvenes a un color rojo teja en los madurados.

    Por su parte, la madera también cede una serie de sustancias químicas al vino, como taninos y aldehídos, que influyen también en el sabor del vino. Así, durante esta fase, los aromas de vino joven procedentes de las uvas (aromas primarios) van desapareciendo para dar paso a los aromas secundarios como son, por ejemplo, los aromas a madera, vainilla, tostados, pan; que encontramos especialmente en los tintos de mayor crianza. Se suelen trasegar (cambiar el vino de una barrica a otra) varias veces al año para limpiarlas e ir eliminando los residuos generados

    Durante esta fase oxidativa se produce una evaporación de agua y de alcohol, aproximadamente de un 10% cada dos años de maduración. Por eso, la creencia de que cuanto más tiempo pase el vino en madera mejor será, es falsa. Por el contrario, un exceso de tiempo acabará estropeando el mejor vino: perderá su color, adquirirá excesivos aromas y taninos de la madera y, por supuesto, puede acabar oxidándose y transformarse en un estupendo vinagre. Salvo vinos especiales, por regla general, la mayoría de vinos en las condiciones adecuadas no deberían pasar más de dos años en la barrica.

    La barrica se fabrica tradicionalmente con madera de roble. Puede ser roble francés, que proporciona vinos más suaves y elegantes, o roble americano, que da vinos con menos taninos pero con una mayor variedad aromática.

  • ¿Cuánto tiempo aguanta un vino embotellado?

    El vino tiene una curva de vida con fases bien diferenciadas. Esta curva toma forma de campana invertida y llega a su máximo al cabo de unos meses o años, dependiendo del vino en cuestión. A partir de ese momento, la curva decae con una mayor o menor rapidez hasta llegar a anularse. Es el momento en que un vino resulta imposible de beber o está “avinagrado”.

    Hay vinos en los que este periodo se alcanza en meses y que enseguida dejan de ser idóneos para su consumo mientras que algunos grandes vinos tintos pueden llegar a superar los 40 a 50 años. Los grandes vinos generosos pueden incluso llegar a vivir en condiciones óptimas más allá de los 100 años.

    La duración en botella

    Los vinos rosados es recomendable que se consuma durante el año siguiente a su embotellado, aunque ciertos rosados pueden aguantar hasta los 2 años.

    Un blanco joven es recomendable beberlo entre un año y dos después de su embotellado. Un blanco con crianza en barrica, puede extender su momento óptimo de consumo entre los tres y los cinco años.

    El tinto joven  se recomienda consumir antes de dos años desde su embotellado. El tinto crianza puede extender su consumo óptimo entre los dos y cinco años una vez embotellado. Por su parte, el tinto reserva puede disfrutar de unos tiempos de guarda comprendidos entre los seis y diez años.

    El vino tinto gran reserva es el que mayor tiempo de maduración puede alcanzar. El momento óptimo de consumo puede extenderse de media hasta los 15 años. Hay grandes reservas con gran calidad que pueden llegar a aguantar a lo largo de las décadas.

    Los espumosos son vinos que con el paso del tiempo van perdiendo gas carbónico. Por ello, se recomienda consumirlos en el año, con un periodo máximo de dos años en buenas condiciones.