• Cuatro buenas razones para tomar una copa de vino

    Si su expendido sabor no te parece suficiente para volverte un amante del vino, aquí te dejamos otras cuatro buenas razones:

    • Combate las bacterias bucales. 

    Un estudio italiano ha demostrado que el vino tinto frena el crecimiento de las bacterias causantes de la caries, además de otros asociados a la gingivitis y los dolores de garganta.

    • Reduce el riesgo de cáncer. 

    Según investigadores la uva del vino ayuda a combatir contra distintos tipos de cáncer: de mama, de pulmón, de colon. Esto gracias a que el compuesto de las uvas puede matar las células madres de la terrible enfermedad.

    • Mejora las funciones del cerebro.

    Varios estudios científicos han concluido que el consumo de vino ayuda a mejorar la función cognitiva. Además previene la demencia, gracias a que reduce la inflamación del cerebro.

    • Felicidad asegurada. 

    Con el consumo de vino se liberan endorfinas, las sustancias responsables del placer, lo cual permite entrar en un periodo de relajación, felicidad y disfrute

  • 4 sensaciones percibidas por la boca

    En la boca, además de sabores, se perciben otras sensaciones relacionadas con el sentido del tacto. Descubre cuales son y como nos ayudan a catar un vino.

    Temperatura

    El frío o el calor puede acentuar o suavizar las sensaciones gustativas dulces, ácidas, saladas o amargas, es por ello es importante servir el vino a la temperatura adecuada.

    Calidez

    Esta sensación está relacionada con la presencia del alcohol, produciendo una sensación ardiente comparable con la ingestión de un líquido caliente. Los vinos más graduación de alcohol son siempre más cálidos.

    Frescura

    La sensación de «frescor» la otorga la acidez del vino, y al igual que en el caso del alcohol, un exceso puede ocultar aromas y volver el vino demasiado agrio.

    Cuerpo

    En esta sensación percibimos en la boca un estímulo de volumen o untuosidad, como si el vino se comportase con cierta densidad.

  • ¿Por qué las botellas son de 75 cl?

    Existen varias leyendas urbanas sobre esta cuestión. Una cuenta que era la máxima capacidad pulmonar con la que antiguamente un soplador fabricaba una botella. También existe la leyenda que 0,75l es la cantidad de líquido que se obtiene de un kilogramo de uva y da allí el tamaño de la botella.

    Una primera gran industrialización de botellas ocurrió en el siglo XVIII; por el Imperio Británico que se extendió a nivel mundial.

    Los británicos medían los líquidos por galones, siendo un galón 4,5 litros. Pues bien, si dividimos 4,5 l entre seis resulta en 0,75 l, y si lo hacemos entre 12 resultan 0,375l.

    Entonces, ¿cuántas botellas caben en una caja estándar? Pues normalmente 6 o 12, o lo que es igual, entre uno y dos Galones Imperiales.

    Las medidas del vino se estandarizaron a nivel global en los años setenta. En Europa, por ejemplo, a través de una directiva de 1975, que fue derogada en 2007. Todos los vinos, solo pueden embotellarse en los siguientes tamaños:100, 187, 250, 375, 500, 750, 1.000 y 1.500. También se permiten tamaños especiales de gran formato. De hecho, anterior a 1975, se encuentran botellas de capacidad de 700 ml o 720 ml. Hoy en día ésta no podría contener vino a nivel comercial.

    Esta estandarización se hizo con el fin de que las exportaciones/importaciones fueran más fáciles de llevar a cabo, también para facilitar la recaudación de tasas y para que los clientes no pudieran ser defraudados con tamaños distintos a los habituales.